La vuelta al cole - Fase I

Claro que sí, que la vuelta al cole para algunos es una fase escalonada. En mi caso, bastante. Así que iniciaremos un breve e intenso viaje por las distintas fases de la "vuelta al cole" de mi vida.

En esta primera entrega vamos a hablar de la depresión postvacacional y la adicción al trabajo (o ser "workaholic").

La depresión postvacacional es ese asquillo y amargamiento que te entra cuando, después de x días de vacaciones dices: mier**, al tajo otra vez. Es esa sensación de vuelta a la rutina, de "la vida es un camino en espiral por el que no dejo de girar", de madrugones, carreras, de olvidarte de hacer algo importante y que te miren con careto cuando llegas a trabajar con unas ojeras del 15 porque no has podido dormir bien por cualquier cosa, de...blablabla...Un momento...¡Yo no tengo depresión postvacacional! xDDDDDDDDDDDDDDDDD

Sí, tengo uno de los mayores privilegios que puede tener el ser humano (al menos el que tiene que currar para vivir): me gusta mi trabajo. Pero eso no quiere decir que a veces me acuerde de la madre que me parió (¡te quiero, mamá!), de la madre que parió a los niños y, sobre todo, de los ineptos que organizan el cotarro desde Sevilla. Que estoy contenta, pero no cegata.

La verdad, para qué nos vamos a engañar, es que uno de los grandes motivos por el que estoy tan contenta -aparte de por haber podido descansar largo y tendido- es porque repito cole este año, cosa que no había hecho nunca. Y repito cole con un@s compañer@s la mar de apañados y unos niños a los que me voy a comer un día (a algunos literalmente, pero de la mala leche xD).

En fin, 1 hora de carretera otra vez (sospecho que va a ser lo peor del curso), reencuentro con l@s compis a l@s que no he visto durante el verano, reparto de tutorías (sí, ya sabía lo que me esperaba pero, ¿no hay ninguna posibilidad de que yo siga con mi curso del año pasado? :((( ) y poco más. Vuelta a las paredes encaladas, a las curvas, a compartir el coche y al sol que nos achicharrará en el patio hasta octubre. Síiiiiiiiiiiiiiiiii :D

Y ahora viene la adicción al trabajo. Que en realidad no es una adicción, es que yo nunca dejo de trabajar. Vale, sí, a los niños los dejo en vacaciones, pero mi cerebro sigue maquinando todos los días en busca de actividades, recursos, chorradas, canciones e instrumentos de tortura con los que sumergirlos agradable y eficazmente (a veces más agradable que eficaz) en el mundo de la lengua y cultura inglesas :P Arramblo con lo que sea: cd's, películas, audiolibros, pdf's, libros de recursos de mis compañeras, periódicos, catálogos...a cualquier cosa se le puede sacar partido xD
Cuando termine el juego (interminable) de fichas del quién-es-quién que he fotocopiado/coloreado/recortado/plastificado/recortado/ordenado, posteo una foto. Espero que me dure toda la vida laboral, porque si no... :-s
Lo siento, pero no lo puedo evitar: me gusta mi trabajo, intento hacerlo lo mejor posible y aprender de mis errores, y todo eso supone que el tema de conversación más recurrente en casa o con mis amigas sea el colegio, los niños o los padres de los niños :P Vamos, que soy un auténtico peñazo xD Y, bueno...no me considero una workaholic, porque mi trabajo -para mí- no tiene nada negativo y creo que centrarse un poco más de la cuenta cuando estás trabajando con "material potencialmente peligroso" es lo más idóneo.

Y ahora me voy a hacer cibercosillas...y os dejo temporalmente, deseando que tengáis un trabajo que os llene, con el que podáis hacer del mundo un lugar un poquito mejor y con el que disfrutéis.

:)

Besos