Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

miércoles, agosto 20, 2008

Por qué estoy en contra de los Juegos Olímpicos de Pekín






Pekín, Olimpiadas 2008. No se juega con los Derechos Humanos


Por la explotación a la que se ven sometidos animales y seres humanos.

Por la continua violación de los Derechos Humanos en China.

Por el abandono de niñas y los feticidios que el gobierno obliga a llevar a cabo, y por los que ha provocado indirectamente.

Por el intento de lavado de cara que han pretendido frente a la comunidad internacional y que no ha conseguido más que el que se les vea el plumero por todas partes.

Por no dejar que una niña de 7 años cantara en la apertura de los Juegos por haberse quedado mellada, y por poner a otra en su lugar haciendo play-black con la voz de la primera.

Por el maltrado constante a los animales, a todos los animales.

Por quitar durante los Juegos los puestos callejeros en los que se venden perros y gatos para que la avalancha de visitantes extranjeros no se sienta ofendida (¿o es para que lo que aún desconocen esta maravillosa costumbre, no la conozcan?).

Por la censura a los medios de comunicación propios y de fuera.

Porque, como todos, van de comunistas guays y luego son unos vendidos que nada más buscan el dinero y el beneficio, sin importarle lo más mínimo ese pueblo chino del que tanto hablan.

Por el Tíbet.

Por la nula libertad de expresión.

Por la censura.

Por todas esas cosas que vosotros sabéis y yo no, y por todas aquellas que sólo ellos saben.

...

Podría seguir dando más motivos. Y los hay. Buscadlos. O no los busquéis, qué más da.

Sí, son muchos chinos en el mundo, no todos van a ser malos, ni a comer carne de perro o a despellejar gatos para forrar los muñecos de los Todo a 100.

Por si acaso, yo hago mi pequeño boicot. Los demás, ahí tenéis vuestra libertad para hacer con ella lo que os plazca.

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