Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

viernes, noviembre 28, 2008

Looking back (England. 2004)


No he podido resistir la tentación de choricear esta foto de la High Street de la pequeña ciudad en la que pasé 4 meses de mi vida hace cuatro años.
Hace poco más de una semana, el cartero me alegró (lo que ocurre siempre que me llegan cosas) trayéndome una carta de mi casera. Por no sé qué cosas del destino, o de la casualidad o de lo que se os ocurra, a la buena mujer se le pasó por la cabeza escribirme después de casi 4 años sin saber nada de ella, y tras haber recibido de vuelta un paquete con un cojín-cerdito (es fan de los cerditos) que le envié hace tres años. Y sí, me hizo mucha ilusión :)
Es verdad que mis primeras impresiones y mi opinión sobre ella no eran lo que se dice muy positivas, pero lo cierto es que no era mala persona y que se preocupaba por mí: la pobre mujer me llamó desesperada un día que no llegaba a casa porque pensaba que me había perdido (ehm, sí, me pasé 4 meses perdiendo mi tiempo esperando el autobús y equivocándome de dirección o de línea), cuando en realidad estaba de parranda. Ehem. Era la primera vez que vivía con alguien que no fuera de mi familia y no pensaba que fuera a preocuparse por mí :-s
Bueno, después de la alegría que me ha dado retomar el contacto con esta mujer, saber que su hermana y Harry, el perro de ésta, están bien, y de mandarnos varios e-mails, me he enterado de que una de mis colegas francesas con las que compartí experiencia, está embarazada :)))) Así que, como ella misma me ha dicho, las noticias buenas vuelan, y yo estoy doblemente contenta por haber recuperado el contacto con estas dos mujeres con las que compartí buenos y malos (más buenos que malos) momentos :)))))))

Ya sólo me falta encontrarme por la calle al autóctono que vendía ropa pseudo-gótica en el mercado de los viernes y del que nunca llegué a despedirme. Había estado en "Fuenyirola" un par de veces vendiendo ropa, tenía la (tal vez no demasiado asombrosa) capacidad de clasificar a las mujeres por su nacionalidad nada más verlas (así lo conocí) y lo que le salvaba la vida era quedar por las tardes en el pub con los amigos. Simon, I hope you're fine ;)

Algunas veces, las partes buenas del pasado vuelven a nosotros y podemos disfrutarlas (no todo iba a ser malo, ¿verdad?).


Abrazos

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