Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

sábado, noviembre 05, 2011

Mi voto.


Queridos españoles:

He decidido que este año no voy a votar a ningún gran partido. Voy a votar por un partido animalista porque el ser humano no se merece mi solidaridad en estos momentos.

No la merece porque hay muchos españoles insolidarios, y ya estoy cansada de ellos.

Estamos en crisis, pero cuando salgo a la calle, veo más gente que nunca en los bares y en las tiendas. Hordas y hordas de personas que compran en masa, consumen, dilapidan el dinero que...¿No tienen?

De verdad, no sé si es que toda la gente que tiene dinero se ha lanzado a la calle a consumir para mejorar un poco la situación, o que nos están estafando a todos con el tema de la economía sumergida.

En un breve encuentro con mis amigas del colegio, una me comentaba que conocía gente que iba a Cáritas a pedir comida teniendo dinero de sobra para comprarla. Otra, que trabaja en un banco, me decía que llegaba gente a pedirles una hipoteca con una nómina de 800€. Pero tenían la cara dura de decirle después que en negro cobraban unos 2.000 o 3.000€.

Seguramente no todos los que están cobrando el paro o con una nómina de mierda estén sacando dinero en negro también, pero hay mucha, mucha gente que lo hace.

Y lo que revienta es que yo, después de estudiar una carrera, gastarme más dinero en formarme, otro tanto en presentarme a las oposiciones, y aprobar, cobre 1.500€ por algo que me he currado yo solita y encima, ENCIMA, me quiten parte de mi sueldo para pagarle el paro a uno que cobra más que yo.

Que me quiten mi dinero para regalar píldoras anticonceptivas y abortos, para promover espectáculos taurinos, para que los políticos se paguen la factura del móvil.

Para que los gitanos que viven de la droga (que hay algunos honrados y trabajadores, todo hay que decirlo) tengan su vivienda de VPO y sus ayudas y conduzcan un mercedes mientras yo, que trabajo de forma honrada y transparente tengo que hacer malabares si me quiero comprar una vivienda.

Para que la mayoría de los borregos docentes andaluces acepten el Plan de Calidad y le hagan la ola a los sindicatos. Aquí me voy a detener, porque el Plan de Calidad me tiene frita. Los funcionarios, al menos los docentes (y corregidme si me equivoco), somos FUNCIONARIOS DEL ESTADO. Es decir, en teoría, trabajamos para el Estado. Y el Estado permite que una funcionario de Navarra cobre más que yo, echando los dos las mismas horas. Como los de la Junta son muy listos, en vez de pagarnos lo que nos corresponde para igualarnos a otras comunidades, se sacan del sobaquillo el Plan de Calidad. ¿Y en qué consiste? En rendir más a cambio de dinero. Como si no rindiéramos lo que tenemos que rendir, vaya. Como si yo no me gastara "mis dineros" en cositas para los niños, como si yo no echara más horas de las que me corresponden, como si yo no invirtiera mi tiempo y mi dinero en seguir formándome. Pues no. Porque lo que quieren es, básicamente, que rellenemos más papeles (¿qué ha sido del ahorro y el reciclaje?) y que consigamos mejores resultados. ¿Y dónde se reflejan los mejores resultados? En el número de aprobados. Es decir: a más aprobados, más dinero. En eso ha quedado el Plan de Calidad. ¿Calidad? ¡Y una MIERDA!

Calidad es que cambien los libros de texto y pongan algo más en condiciones, en vez de la bazofia inmunda con la que nos encontramos. Calidad es estabilidad en la plantilla, calefacciones en los centros en los que hace frío en invierno o puertas y ventanas que cierren correctamente. Calidad no es una pizarra digital. Es que la sociedad y los padres se impliquen igual que el profesorado, y que dejemos de ver el colegio como un aparcamiento de niños.
No, compañeros docentes. Calidad no es que aceptes un soborno a cambio de maquillar las cifras. Eso es falta de solidaridad y de civismo. Y de eso sabemos un rato en este país. O si no, que se lo digan a los etarras, que piden acercamientos y se los conceden. Todavía me acuerdo de un alumno de 5º en mi fase de prácticas. Su padre estaba en la cárcel y no podía verlo tan a menudo porque lo había mandado más lejos. Eso. Un chorizo de tres al cuarto o un camello no tiene derecho al acercamiento. Un asesino por motivos políticos sí que lo tiene. Welcome to Spain.

Así que no. No voy a votar al PP, ni al PSOE, ni IU (votaría a Los Verdes, pero al estar con IU no me convencen), ni a la falange, ni a los rojos más rojos, ni les voy a hacer caso a los del 15-M. A tomar por saco todos ellos.

Los partidos animalistas nunca van a llegar a la presidencia, no os preocupéis. Pero, de las alternativas que tengo delante, es la única que se puede llevar mi voto sin que me remuerda la conciencia.

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