Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

sábado, noviembre 07, 2009

El bebé de Bebe

Dicho así parece un trabalenguas, ¿no?

Leo en un diario online "Bebe confirma su embarazo". Lo primero que he pensado es que un bebé embarazado daba una rueda de prensa sobre su situación, pero ha sido una mala pasada de mi cerebro (ejem) y he caído en la cuenta de que tenía que ser la cantante Bebe la que iba a tener un bebé. :PP

Mi enhorabuena a esta mujer, y mi más sentido pésame al niño, por tener la madre que le ha tocado tener. Con mucho cariño, eso sí, me permito criticarle a Bebe el egoísmo que no la aparta del tabaco.

¿Tanto trabajo le cuesta dejar de fumar 9 meses, cuando sabe que perjudica a su hijo?
A mí me da igual que la gente que no me importa fume o deje de fumar, mientras no me fumen en la cara y me echen el humo. Lo que me parece mal es que ese humo se lo tengas que meter por narices a tu bebé, que no tiene culpa de nada ni ha decidido darse al tabaco.

Hay muchos factores que influyen en el embarazo, desarrollo del bebé y parto, y no podemos controlar todos. Sin embargo, estando demostrado que el consumo de tabaco comporta una serie de efectos negativos, ¿por qué no evitarlo?

Desde aquí

"El consumo de tabaco afecta al crecimiento del bebé. Con cada cigarrillo el riego sanguíneo a través de la placenta disminuye durante unos 15 minutos, lo que aumenta el número de latidos fetales. El monóxido de carbono que se inhala con el humo reduce un 40 por ciento el oxígeno que recibe el feto. Esto afecta a su crecimiento: cuanto más fume la madre, menos crecerá el pequeño; por ello, los hijos de mujeres fumadoras pesan una media de 200 gramos menos al nacer.

Sin embargo, esto no augura un parto más fácil. Cuando una mujer es fumadora son frecuentes las complicaciones en el parto.

El humo del tabaco perjudica más a los bebés nonatos que a los adultos

Dejar de fumar también protege a tu hijo de un parto prematuro. Uno de cada siete hijos de madre fumadora llega al mundo antes de tiempo. De hecho, el 15 por ciento de los partos prematuros se deben al consumo de tabaco durante el embarazo.

Fumar también incrementa el riesgo de hemorragia y aborto. Además hace que la embarazada se note más cansada y practique menos deporte.

Además, dejar de fumar disminuye el riesgo de la muerte súbita del lactante, de abortos espontáneos y el riesgo de hemorragia. Una embarazada que fuma más de 20 cigarrillos al día corre el doble de riesgo de que el bebé fallezca por un desprendimiento de la placenta que una no fumadora.

El centro oncológico de Heidelberg, en Alemania, señala que el 25 por ciento de los niños que nacen muertos y el 20 por ciento de los casos de muerte súbita se podrían evitar si la embarazada dejara el tabaco antes de la semana 16 de gestación

Dejar de fumar evita problemas de pulmón. El humo del tabaco dificulta el desarrollo de los pulmones del feto. Sus funciones disminuyen cuando la mamá fuma, un problema que persiste después del nacimiento.

Los niños expuestos al tabaco sufren más enfermedades agudas y crónicas de las vías respiratorias, asma, alergias y otitis que los niños de padres no fumadores.

En cuanto a las malformaciones congénitas, estudios recientes han demostrado que fumar durante el embarazo incrementa el riesgo de labio leporino y paladar hendido en el bebé cuando la madre tiene una predisposición genética a trasmitirlo. Además, los hijos de madres que fumaron durante el embarazo tienen un riesgo mayor de padecer en el futuro ciertos tipos de cáncer, como los de riñones y vejiga.

Dejar de fumar reduce las posibilidades de que el niño desarrolle adicciones en el futuro. Los niños de madres fumadoras tienen más receptores de nicotina en el cerebro, lo que les convierte en más susceptibles de ser fumadores cuando llegan a la adolescencia y prueban el tabaco por curiosidad.

Los bebés de madres fumadoras tienen que desintoxicarse después del parto

Dejar de fumar previene daños celulares. Muchas sustancias nocivas del humo del tabaco atraviesan la placenta y llegan al riego sanguíneo del bebé, como el monóxido de carbono, que bloquea el oxígeno que transporta la sangre y daña su suministro. También previene contra las alergias, ya que el tabaco las fomenta, y afecta a varias generaciones. Los nietos de abuelas fumadoras tienen más riesgo de sufrir una alergia que los niños que no estuvieron sometidos a esos malos humos.

Dentro del útero materno el bebé puede acostumbrarse al tabaco y, al nacer, presentar un síndrome de abstinencia a la nicotina: llora más de lo normal y se muestra mucho más irritable e inquieto las primeras semanas de vida.

Según un estudio realizado en la Brown Medical School de Nueva York, los bebés de madres que durante el embarazo fumaron al día seis cigarrillos muestran en las 48 horas siguientes al parto síntomas adictivos: están nerviosos, susceptibles, tiemblan y a menudo padecen problemas intestinales y tienen la presión alta.

Otro beneficio que tiene dejar de fumar es la prevención de trastornos de aprendizaje. Diversos estudios han detectado en los hijos de mujeres que fumaron durante el embarazo más hiperactividad y problemas de concentración".

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En fin...Que cada uno haga lo que quiera :)

1 comentario:

Tercera Opinión dijo...

Con lo de esta mujer se confirma que hoy en día madre puede ser cualquiera.

Te invito a leer mi artículo:

http://www.terceraopinion.net/2009/11/08/cualquiera-puede-ser-madre/

Un saludo.