Cosas que hacer un sábado a eso de las 10

Aunque me haya levantado a las 8.30 (que ya tiene valor un sábado), llegué a la playa algo antes de las 10.
Y caminé, caminé, caminé...hasta que decidí quitarme las deportivas (a.k.a. "tenis") y meter los pies en el agua fría de marzo.
La última vez que lo hice fue a principios de agosto. ¡A principios! Teniendo la playa a 10 min, más de un@ dirá que no tengo perdón...y es cierto. He decidido remediarlo.



Silencio. Sol. Sólo el mar y yo.
Para el 2050, o eso dicen, dejará de haber peces en los océanos.
¿Qué será de las gaviotas y de los albatros?
¿Qué será de las chalanas en el varadero, de las viejas barcas con nombre de virgen?
La arena será cementerio de conchas y tumba de caracolas y el mar, un estéril desierto azul.

Ellos seguirán criando peces en sus piscifactorías. ¿Y qué comerán ballenas, delfines, pelícanos, focas..? ¿Quién ha pensado en ellos?




La gente que tuvo la misma idea que yo no se había descalzado.
Seguí con la mirada a un señor mayor que caminaba de una punta a otra. Él sí se había quitado los zapatos. Si miráis la parte superior de la foto, la huella de la izquierda es la mía, y ese bulto arenoso es el resto de la suya.
Porque la vida nos demuestra cada día que, a pesar de que pueda haber diferencias entre las personas, tenemos cosas en común. Como caminar descalzos por la playa en marzo.