Ya vienen los Reyes Magos...

...y traen muchas cosas.

A mi abuela le han traído 2 almuerzos conmigo (y uno con mi hermana y conmigo) estas navidades. El mejor regalo, según ella. No pudimos envolverlo, como es de esperar, pero a cambio la sorpresa que se llevó ayer cuando la invité a cambiar sus judías verdes con atún y huevo por un almuerzo en un libanés y una merienda en una tetería, fue mayúscula.

A los residentes en el norte les han traído un poquito menos de esperanza. "La esperanza era verde y se la comió un burro", dicen que decía mi bisabuela. Mi bisabuela se adelantó a los tiempos que corren y descubrió que había unos burros en todas partes que se comen la esperanza de la gente. Mi abuela, la de más arriba, dice: "Mañana será otro día, y veremos al tuerto de los espárragos". Me pregunto a qué se referirá. Puede que sea un vaticinio de mis días navarros, en los que me despertaré al lado de un tuerto o algo así... ¿Saldremos de la duda?

A mi madre le han traído una decepción camuflada bajo el billete de avión a Irlanda (que corrió de mi cuenta, igual que el billete de mi hermana). La mujer se esperaba otra cosa. Pero mami, si sólo vas a las ciudades grandes y no te pateas los pueblecillos con encanto, pues...No. La próxima vez toca mi Escocia, y ahí me encargaré de que vuelva a recuperar la confianza perdida -y con razón!- en los países anglosajones. Pero Escocia es mucha Escocia y no podrá resistirse ;)

A mi padre le han traído cosas que no le gustan, porque siempre se compra lo que él quiere y cuando quiere. Entonces, para cuando es momento de regalarle algo, ya no hay nada que hacer, y todo le disgusta. Como si supiéramos por obra y gracia del E.S. (Espíritu Santo, para los que crean en él), lo que quiere, cómo y cuándo...y si no lo tiene, se siente ofendido.

A mi hermana, unas ganas de aprender y practicar inglés enormes, porque se ha dado cuenta de que con el inglés que aprendemos aquí, sólo podemos aspirar a que nos entiendan, pero no a entenderles a ellos. :-s


Y a mí...Pues cosas materiales, las justas. Los reyes de mi hermana están a la espera de que acabe de hacer mi lista de libros para traerme alguno/s. Y yo, como siempre, busco ejemplares raros, ediciones faxímiles o algo difícil de encontrar...por el simple placer de encontrarlo (y leerlo después). La verdad es que ocurre con frecuencia que busco algo que se dejó de editar hace mucho, y tengo que pedirlo a tiendas de segunda mano...Pero no me importa :) Ahí tengo, esperándome con cariño, los dos tomos (La filosofía de la miseria, de Proudhon) que quería leerme desde que estaba en COU y que, según mi profesor de historia, explicaba las raíces del anarquismo como una utopía en la que, dada la inteligencia y el sentido común de los seres humanos, se podía vivir sin gobierno (ya veremos qué opino cuando los lea); o Atala, de Chateaubriand, libro que perseguí después de toparme de frente con "Atala au tombeau" (de Girodet) en el Louvre hace algunos años.
Y de las cosas que no son materiales...Pues me han traído muchas, pero esas me las guardo para mí...

Besos