Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

domingo, febrero 27, 2011

La búsqueda de la belleza. (Editado)




En este mundo cada vez más plástico y alquitranado que nos estamos construyendo, nos vamos alejando más de la belleza.

Creo, y puede ser que me equivoque, que existe una belleza atemporal. No me refiero a la belleza física del ser humano: los cánones han ido cambiando a lo largo de los años y seguirá ocurriendo lo mismo indefinidamente.

Me refiero a la belleza que existe en seres u objetos más naturales y que abundan en la cotidianeidad, en los pequeños y grandes detalles de la vida diaria que pasan desapercibidos. Un árbol, una gota de agua en el cristal, un trozo de tela, el pomo de un armario viejo, una postal sin enviar, la letra de una canción, una piedra, una huella en la arena...

A veces estamos tan empeñados en innovar y en modificar algo antiguo, cuando es perfecto justamente como está. Y otras, pasamos por la vida con tanta prisa que ni siquiera nos paramos a admirar lo que tenemos delante de nuestros ojos. No tenemos tiempo para contemplar y maravillarnos. Postponemos un pequeño momento de conexión con el mundo y lo dejamos para un rato que, quizás, nunca llegará.

Os propongo un pequeño reto: buscad la belleza a vuestro alrededor, sólo un par de minutos, durante varios días. Preguntáos por qué es bello y si para otras personas lo sería también...Y reflexionad: ¿Cómo podemos crear más belleza a nuestro alrededor?



Editado:

Se me olvidó comentar algo que venía rondándome la cabeza bastantes meses. ¿Os habéis parado a pensar que el ser humano crea belleza y horror?

Somos capaces de pintar los cuadros más bellos, de crear las melodías más bonitas, de unir palabras y ritmo y volcar la poesía en un papel en blanco...

Y también somos capaces de matar por placer y diversión, de torturar y vejar a personas y otros animales, de generar dolor y sufrimiento y no temblarnos el pulso por ello. Somos, muchos de nosotros, una plaga que contamina, que asesina, que viola, encierra, y maltrata sin sentido alguno, muchas de las veces, para generar lo que a nosotros nos supone "belleza" (un abrigo de pieles, una sombra de ojos,...).

¿Por qué, si tenemos la capacidad de contribuir a que este planeta sea bello, nos empeñamos en conseguir el efecto contrario?

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