Hoy es de esos días...Planeas más o menos la tarde -siesta incluída, so pena de dormirme de pie en cualquier momento- y...nada sale como tiene que salir. Antes de empezar a "desbarrar" con la teoría de las frutas, una (borrosa) imagen para compartir:
Una manita y una mano que se llevan 25 años y 1 día de diferencia y que han compartido una tarde de "a pooh"(winnie the pooh) y "pintar, pintar, pintar" (mantra que he inventado para ella y que he registrado ya xDDD lápices de colores en mano y tela del sofá sufriendo las consecuencias).
Un besito, Ali, aunque no sepas leer todavía (pintar, pintar, pintar).
Y ahora sí, la teoría de las frutas. Más que una teoría, viene a ser como un pensamiento verduril relacionado con la naturaleza del ser humano.
Imaginemos que yo soy una manzana. Bien, tengo mis características de manzana. Pero, ¿qué pasa cuando descubres que hay más tipos de fruta? ¿Qué pasa cuando eres consciente de que hay más cosas en las bandejas de al lado? Pues bien, resulta que:
- Soy una manzana.
- ¿Quiero ser una manzana?
- ¿Tengo que conformarme con ser una manzana?
- Puedo llegar a ser una pera
- ¿Quiero ser una pera?
- Si sigo así y me convierto en una pera, ¿qué hago?
- ¿Es natural ser una pera si soy una manzana y luego cambiar y ser una fresa?
- Creo que voy a ser una fresa.
- ¿Quiero ser una fresa?
- ¿Me conviene ser una fresa?
- ¿Cómo hago para no ser una fresa?
- ¿Es posible ser una manzana, una pera y una fresa y luego convertirme en mandarina, o al final seré un maldito zumo? (O una macedonia...)
Eso me pasa por salir a comprar cuando debería estar recortando fichas y plastificando...en mis hojas NO VÁLIDAS para mi flamante plastificadora (resulta que la mía admite hojas de hasta 125 micras y voy y compro de 150...).
Por cierto, afortunadamente, lo seres humanos no somos frutas (de momento).
Besos y a dormir...
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