Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

sábado, mayo 10, 2008


Que el ser humano está hecho de una pasta a veces indivisible e incomprensible la mayoría de las veces es algo que llevo aprendiendo muchos años. Aunque mi memoria ya hace tiempo que me juega malas pasadas, todos los días ocurre algo que me recuerda nuestra naturaleza - esa que puede ser tan bella como peligrosa.

¿A qué viene todo esto? Al hecho de ser maestra. Hay por esos ciber-mundos de diox una lista con las funciones del maestro que puede extenderse tanto como uno quiera :) Ser maestro (o maestra, en mi caso) es una de las profesiones más gratificantes y más frustrantes: te llevas el trabajo a casa, los problemas de los niños, qué le pasa a éste que anda demasiado revolucionado últimamente, preparas material con toda la ilusión y que luego es maltratado a conciencia y con mala leche, pones tiritas que se arrancan como les hubieras puesto una tira de esparto, cuando parece que todo está bajo control y giras 180º para escribir en la pizarra te encuentras a uno intentando estrangular al otro, les das una charla interminable con lágrimas en los ojos intentando que razonen (cosa que, evidentemente no van a hacer y tú lo sabes) sobre la situación en la que están... Y da igual xDDDD

Pero, no señor, acabo de empezar y todavía es pronto para tirar la toalla: sigo poniendo tiritas (aunque a veces no haga falta, se sienten mejor) y echando betadine, compro una estantería que voy a "lijar-echar tapaporos-lijar-pintar-barnizar" para montar mi English Reading Corner, forro libros de lectura en inglés para los niños, les grabo CD's, hago alguna manzanilla que otra si su (puñetera y despreocupada madre) ha mandado al niño blanco y con dolor de barriga al colegio... ¿Me lo van a agradecer? No. ¿Va a servir de algo? Quién sabe. Lo importante es seguir adelante, aunque haya días en los que te den ganas de despeñarlos a todos barranco abajo (con cariño, de verdad). Si hiciera caso a comentarios como "¿te crees que vas a cambiar algo?", ¿tendría algún sentido ir a trabajar cada mañana? ;)

Seguir adelante (en el trabajo y en la vida), "with arms wide open", procurando que la coraza proteja pero no asfixie, y con una sonrisa en los labios...

:*

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