Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

domingo, diciembre 11, 2005

Lush, lush, lush

Hoy dedicaré un momento a hacer publicidad, cosa que no me gusta. Digo hacer publicidad porque sólo quería comentaros una cosilla, pero sé que va a sonar a que estoy haciendo publicidad :P Así que lo aviso de entrada, jeje.

En primer lugar, yo no soy lo que se dice presumida: me maquillo unas...6 ó 7 veces al año (en ocasiones especiales como es de imaginar) y las veces que lo hago sólo llego a echarme sombra de ojos y algo en los labios :-s Sí, ya sé que esto es un crimen para la mayoría de las mujeres que manejan con soltura el eye liner, el maquillaje en crema y el rímel...pero a mí no me va, la verdad.
En fin, por extensión, tampoco uso antocelulíticos, mascarillas para el pelo, crema para las manos, esmaltes de uñas, etc. Lo he intentado, pero no es lo mío. Ni que decir tiene que, además, la gran mayoría de estos productos están testados en animales o tienen ingredientes de origen animal y si puedo evitar su uso, lo hago.

Como sabréis, la compañía The Body Shop es una de las empresas más conocidas por su política en contra de la experimentación con animales, además de usar productos provenientes del comercio justo. Como consecuencia, los precios suelen ser más elevados que la media...Pero bueno, quien algo quiere, algo le cuesta.
No, no voy a hacer propaganda del Body Shop. Hace cosa de dos años, un amigo mío me regaló por navidad una cajita de cartón con un perfume, una bola efervescente enorme, una pastilla para tomar un baño de espuma y un jabón. Yo no soy muy dada a darme baños (que no duchas) por el tema de la sequía y el despilfarro de agua, pero, por aquel entonces me lo dí y me emocioné yo sola xD Luego, cuando estuve en Escocia, tuve la oportunidad de ir a la tienda donde vendían estos productos y fue como entrar en el paraíso: un olor embriagador invadía la tienda y parte de la calle donde se encontraba y, al entrar, me vi rodeada de jabones inmensos de colores alegres, champús, desodorantes y cosillas varias. Lo mejor vino después, cuando leí la politica de la empresa: los productos están hechos a mano, con el mínimo de conservantes posibles, no experimentados en animales (ni los productos finales ni sus ingredientes), utilizan ingredientes provenientes de comercio justo (no todos) y siempre está a la vista la lista de ingredientes (en los catálogos, los envases, la web...). Ah, además, ¡la mayoría de sus productos son veganos! Si a eso le añadimos esos olores, esas formas, esos preciosos colores...Tenemos como resultado lo que sería mi ruina si fuera más presumida y hedonista :P
Afortunadamente para mi bolsillo y para los recursos naturales, no lo soy demasiado, así que me suelo limitar a comprar champús en pastilla (que llevo usando desde hace de un año y medio) y desodorante en pastilla también.

Pero bueno, y tanto rollo que os he soltado, ¿para qué? Para deciros que ahora no tengo que encargar mis toiletries por email: ¡¡¡han puesto una tienda en Málaga!!! (Aunque la dire no figura en la página web, si lo hace en el periódico que me mandaron desde la tienda de Madrid). Eso quiere decir que mi familia va a tener unas navidades higiénicas y respetuosas con los animales :P

Aquí tenéis la dire de la página en España: Lush

1 comentario:

SuTiLeZe dijo...

Exquisito...como todo lo que escribes ;)