Estas son cosillas que me llegan a mi e-mail y que nunca está mal saber...Lo único que me queda por saber es la relación que piensa la gente que hay entre el vegetarianismo/veganismo y la sexualidad...
Si tenéis alguna duda...Preguntadme o comprobadlo vosotr@s mism@s :P (pero no conmigo xD)
El instinto sexual, a veces, entra en asociación con otros instintos. Por ejemplo, el de la alimentación. La medicina clásica aseveraba que los gastropáticos (enfermos del estómago) pocas veces eran amadores activos. La depresión, aparte de bajar los impulsos sexuales, normalmente baja el apetito. La reunión entre el instinto sexual y el de la alimentación queda clara en las orgías romanas, y en los banquetes de bodas. Después de una buena comida es frecuente notar congestión pélvica, y se estimulan las voluptuosidades. Máxime si se deglute alcohol. Los psicoanalistas hablan de las ‘necesidades orales’, y de que la mujer tiende a suministrar alimentos a todo aquél que sea objeto de su solicitud, y no solamente a su hijo. De ahí la tendencia de muchas mujeres a ofrecer sus pechos a desconocidos de buen ver. No vayan a creer que desvarío. Cuánto cito en este párrafo está contenido en un libro llamado Maternité, de un psicoanalista llamado Deutsch, (Presses Univers de France, Paris 1949). Opina el conspicuo autor que el instinto sexual relativo a la alimentación es básicamente femenino, pues la cocina es un trabajo exclusivo de las mujeres. La unión máxima entre alimentación y sexo, es el canibalismo ligado a la sexualidad. Es decir, cuando el objeto de amor no es solamente amado sino también deglutido. El nombre técnico es ‘antropofagia’ palabra griega que significa ‘comer hombres’. Caníbal es palabra indígena cuyo significado descubrieron los conquistadores españoles en sus propias carnes, nunca mejor dicho. Existen culturas en las que comer carne humana es algo habitual. No nos referimos solamente a tribus más o menos salvajes, ni al canibalismo habitual de ciertos pueblos africanos o de indígenas de Nueva Guinea. Estos degluten el cerebro, corazón e hígado de sus familiares fallecidos. Lo hacen con la intención de captar su espíritu. La pena es que captan virus y priones que les transmiten la enfermedad de Jacob – Creutzfeld (la de las vacas locas). Cuando hablo de culturas que gustan de la carne humana me refiero a que la prefieren, con deleite, a otras carnes, para preparar sus asados y frituras. Existen zonas de hambrunas periódicas, en las que sus conciudadanos se dedican históricamente a comerse entre ellos. No solamente se zampan a los muertos por causas naturales. También ingieren vivos que (previamente) degüellan y desuellan con finalidades culinarias. Son legendarias las antropofagias vividas en Ucrania, durant los años de la hambruna propiciada por Stalin (hacia 1936), así como las periódicas hambrunas de Canton, en China. Los cantoneses tienen fama de comerse todo lo que mueva, con patas o no. Serpientes, perros, lagartos, ratas, ciertas cucarachas... y, muy especialmente, seres humanos. En las tristes épocas de la invasión japonesa, inmediatamente antes de la guerra mundial, los cantoneses intercambiaban a sus hijos entre ellos, para matarlos y comerlos. Así evitaban el reparo de comerse a sus propios críos. Lo malo es que muchos de ellos quedaron con la querencia, y, se dice, que existen restaurantes clandestinos donde, aún hoy en día, siguen sirviéndose exquisitos chop suey de carne de niño.
1 comentario:
Diox mío, qué sarta de bobadas! XDDDDDD Lo que me he podido reir. Claro, aparte de apetito sexual, alguien que me pone también me entran ganas de comérmelo literalmente... Jajajaja. Y la cocina un trabajo exclusivo de las mujeres... Madre mía, de verdad hay gente que aún piense eso? Es triste...
A quien sea que haya escrito ese mail: Me inquieta mucho que una persona aparentemente inteligente (por la forma de escribir y todo eso) esté tan convencido de todas las ideas expuestas en el texto. No sé, no niego que pueda haber relación entre gula y lujuria, pero no creo que a ese nivel... Y vamos, que ideas que podían ser válidas hace medio siglo, pues ahora habría que mirarlas con ojo un poco más crítico, ¿no?
Vaya cosas te mandan, niña. xD
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