Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

martes, abril 24, 2012

De viaje (I).

Recién llegada de tierras italianas y con muchas sensaciones encontradas (supongo que se habían perdido, jeje).

Espectáculo bochornoso el de la Capilla Sixtina: cobran 15€ para ver los Museos Vaticanos pero, como es de imaginar, todo el mundo va a ver lo mismo. Que antes o después veas otras obras (de paso) no tiene importancia. Nosotros nos lo tomamos con calma hasta llegar al punto clave de la visita, donde la situación se apoderó de mí provocándome una mala leche digna de un post.

Para empezar no se puede hacer fotos. Entiendo que no se puedan hacer con flash por eso de que las obras se estropean pero, ¿y sin flash? Pues no. Si no recuerdo mal, cuando fui la última vez (en COU) sí que se podía. Se ve que ahora temen a tanto bicho con cámaras digitales que les puedan provocar pérdidas en la venta de pósters y merchandising vario. Si no, no se entiende (al resto de obras, tanto pintura como escultura,  sí que se le podía hacer fotos). Por cierto, la misma historia con el David en Florencia.

Segundo, la Capilla es un lugar sagrado. Se ruega silencio. Así, teníamos a varios guardias de seguridad que mandaban callar chistando al personal allí concurrido para, acto seguido gritar a pleno pulmón: "No fotooooooo". Una de las veces me tocó tanto los ovarios que, después de que gritara él, chisté yo. No lo hice más, no fuera a ser que se cabrearan y me echaran de allí, pero vaya, ganas no me faltaron de repetirlo.

Encima, con el rollo "no foto", le quitaron la cámara a mi acompañante y le hicieron borrar las fotos que había hecho de la Capilla. No sé hasta qué punto es legal. Lo que sí es de gilipollas es que había como 15 o 20 personas haciendo foto con flash y, qué casualidad, a ellos no los pillaron. Es muy desagradable, de verdad.

Yo, discúlpenme si suena blasfemo o revolucionario, soy de la creencia de que el dinero lo corrompe todo. Y por eso mismo creo que la Capilla Sixtina de lugar sagrado no tiene nada. Mi cerebro rememoraba una y otra vez al recordar la escena y al pasar por las tiendecitas y puestos de venta de recuerdos dentro de los Museos Vaticanos, ese episodio de la Biblia en el que Jesús echa a todos los vendedores y comerciantes del templo. Así que, como lugar comercializado (le faltan anuncios de Google) que es, me la repampinfla y hablé lo que me dio la gana .

Ya hace mucho que no me considero cristiana, pero creo que muchas ideas de Jesucristo eran positivas. Lamentablemente, muchos de los que han venido detrás se han olvidado de este mensaje y han ido a por el dinero. La Iglesia se adapta a los nuevos tiempos con recuerdos del Vaticano de todo tipo, pero no aprueba el uso de condones. En fin...

Eso me recuerda que el Obispado, la Diócesis o quien se encargue de mandar sustitutos para los profesores de religión tienen más cara que espalda:

La maestra de religión del cole se puso enferma en enero. Semanas después, se tramitó el envío de una sustituta. ¡Estaba nombrada y todo! Bien. La mandaron una semana antes de que se diera de alta la titular. Mientras tanto, el resto del centro cubriendo las horas, la sustituta sin cobrar ni trabajar y los otros, ahorrándose dinero (casi dos meses). Vergüencita, madre, vergüencita.

...

No hay comentarios: