Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

martes, mayo 31, 2005

Una etiqueta vegetariana a nivel europeo

Cuando los vegetarianos o veganos (o alguna de las distintas variantes) compramos algún producto elaborado, tenemos que dejarnos la vista y el tiempo en estudiar con atención la lista de ingredientes para que no nos cuelen ninguno de los alimentos que no comemos.

Con la idea de economizar en tiempo y esfuerzo y para asegurarse de que los fabricantes dicen la verdad en las listas de ingredientes (hay algunos de los que no están obligados a declarar su origen o a proporcionar datos que indiquen cuál es), en varios países de Europa se está utilizando una etiqueta vegetariana que expresa en qué categoría de vegetarianismo (ovolacto, lacto, ovo o vegano) se puede clasificar el producto y, por tanto, quién lo puede consumir.
Para obtener esta etiqueta hay que declarar todos los ingredientes del producto, especificando el origen en los que puedan ser dudosos, someterse a controles aleatorios y sin previo aviso, y un largo etc. Como para que un producto pueda llevar esta etiqueta el fabricante debe abonar un importe a la Unión Vegetariana Europea (la EVU, que gestiona el tema en Europa), nos encontramos con que en muchos lugares las empresas crean su propia etiqueta. Sin ir más lejos, tenemos más abajo el ejemplo de una empresa española, Floristán, que comercializa tortilla de patatas de jamón ibérico en Bélgica, y que tiene la desfachatez de sacarse de la manga una etiqueta que lo califica de "apto para vegetarianos", cuando contiene un 14% de jamón.

Imagino que a cualquier persona que no sea vegetariana le dará lo mismo o le parecerá una ridiculez. Si es así, que se ponga en el caso de alguien que no consume un producto de origen animal porque tiene alergia. Con etiquetas de este tipo campando a sus anchas un@ se puede llevar más de un mal rato.

Desde la UVE (Unión Vegetariana Española) se está trabajando en el tema, pero las cosas van despacito. Mientras la etiqueta llega a España y las empresas se lo toman en serio, seguiremos mirando y remirando todos los ingredientes antes de comprar algo.

Tortilla de patatas comercializada por Floristán

1 comentario:

Anónimo García dijo...

me gustan tus intenciones.
recientemente vivi en el reino unido y aquello es otro mundo!!! mira:
http://xtonymanerox.blogspot.com/2005/05/go-veg-el-retorno.html