Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

miércoles, enero 18, 2006

¿Incongruencias?

Ayer estuve en casa de mi tía (sí, la que me soltó un par de perlas acerca de ser vegetariana hace unos meses y después de Navidad...y cada vez que me ve) y comentaba que el hijo de un conocido suyo había terminado veterinaria.
Al chico este le han gustado los animales desde siempre. Bueno, eso dice mi tía. No sé si él dirá lo mismo o si piensa dos veces antes de hablar.
Cuando el chaval tenía 8 años, hizo él solito un proyecto de zoológico, incluyendo todos los animales que tendría, el tamaño de las jaulas, etc.
Ahora, su primer trabajo consistirá en comprobar el estado de salud de los animales antes de ser sacrificados (atención, eufemismo) en un matadero.

Hice un breve comentario sobre el hecho de que, para trabajar en un sitio así, no pueden gustarte mucho los animales, a lo que mi tía respondió que él "conoce y acepta la realidad".

Por mucho que Ignatius Jaques Reilly (antes Tony Manero) comentara algo sobre mi forma de indignarme (comentario que, todo hay que decirlo, me gustó), no puedo evitar que la sangre me hierva a borbotones ante semejantes estupideces y necedades: O yo me estoy volviendo una "talibana animalista radical" o la gente usa el cerebro para que no se le vaya el cráneo para cualquier lado por falta de peso.
Por favor, que me digan que a un veterinario le gustan los animales y quiera montar o trabajar en un zoo es como si a un fan de Los Beatles (por decir un grupo), le hubiera dado por secuestrarlos, encerrarlos y organizar visitas guiadas para que la gente los viera en una jaula. ¿Eso es quererlos, o querelos utilizar?
Y que una persona que se llama a sí misma amante de los animales y entre a trabajar en un matadero...me parece como si a un pediatra al que le encanta su trabajo le ofrecen comprobar la salud de los niños en un campo de concentración antes de ser gaseados.

De verdad, lo digo en serio. Hay falta de sentido común en la raza humana. Si te gusta algo material, ¿no haces lo posible por cuidarlo y mantenerlo en buenas condiciones? Y si amas a un ser vivo (perro, gato, persona, lo que queráis), ¿no haces lo posible para que viva cómodamente y sea feliz? Pues, a mi parecer, el encerrar a un animal y mantenerlo en un hábitat diferente al suyo (por mucho que lo quieras poner en semilibertad o hacer que éste se parezca al original) por el simple hecho de observarlos (no entro en el tema de la extinción), no es sinónimo de que te gusten los animales, sino de que te gusta ver a los animales a merced del ser humano. Yo, para eso, me enchufo la TV en vena y me veo los documentales del National Geographic, vamos.
Y en lo de trabajar en el matadero y "conocer y aceptar la realidad", mejor no entro, porque ya tengo la sangre a una temperatura demasiado alta, gracias.

2 comentarios:

Siltha dijo...

Webos, lo del matadero es muy fuerte... Y lo peor es que esa gente tan intolerante se cree poseedora de todas las verdades de la vida y ni siquiera son capaces de argumentar sus ideas. Todo se basa en "las cosas son así". Ains.

¿Qué comentario es el de Ignatius? ¿Puedes poner el enlace? Besitos.

Domingo dijo...

Si todos los que comen carne son como yo, no les parecerá mal (todo lo contrario) que un veterinario compruebe la salud de los animales que irán a nuestro plato para, entre otras cosas, asegurar nuestra propia salud.

Ahora, ya puestos en el lugar del muchacho, siempre habrá varias formas de verlo, pero en particular imagino que todo el mundo entenderá la del "primum vivere, deinde filosofare". Otras hipotéticas formas de verlo podrían ser ver lo del pediatra desde otras ópticas.

1.-Los niños van a ser gaseados, si te intentas oponer recibirás un tiro en la cabeza y no es que arregles mucho. Al menos te aseguras que antes de morir los niños han tenido una vida digna.

2.-Si descubres alguna enfermedad entre los niños que van a ser gaseados, puedes tratarla en los niños que no van a serlo.

Un último comentario a Siltha. La gente se cree poseedora de todas las verdades de la vida ... todo el mundo menos nosotros que simplemente estamos seguros de conocerlas. Como dice aquel dicho ... aquí todo el mundo va a lo suyo, menos yo que voy a lo mío.

Un saludo, Domingo.