Día Contra la Violencia de Género

Aún no me quedan demasiado claros el tema del Día Contra la Violencia de Género o el concepto de Violencia Machista, pero he decidido hablar un poco del tema ya que hoy se supone que era el día para ¿llamar la atención? ¿manifestarse en contra? ¿recordar? este tema.

El ser "humano" maltrata. Trata mal a su familia, a su pareja, a sus hijos, a los animales, al medio ambiente, al vecino del quinto, a la azafata del aeropuerto, al camarero del bar y al que lleva la L delante nuestra. Cuando nos tocan las narices, saltamos, eso es un hecho constatado.

El problema surge cuando saltamos más de la cuenta y se nos va la mano, o cuando se nos va más que la mano. Cuando invadimos el espacio físico o no físico del otro con la intención de hacer daño, de joder, de dejar una huella imborrable, con la intención de castigar el comportamiento de la otra persona.

El maltrato físico es el más visible: moratones, palizas, arañazos, puñaladas y otras lindezas que, en más de un caso, puede llegar a acabar con la vida de la otra persona. El otro tipo de maltrato, el psicológico, también está ahí: humillación pública o privada, menosprecio, chantaje emocional, insultos, control de voluntad de la otra persona...Este maltrato también deja huella a través del insomnio, la ansiedad, el miedo.

Y me gustaría hablar de la violencia de género. De género femenino, supongo, porque nosotras nos hemos llevado la peor parte a lo largo de la historia (y nos la seguimos llevando, dependiendo del país). Por ser mujeres y estar generalmente en desventaja física, nos vemos arrastradas a una serie de situaciones en las que salimos perdiendo por goleada y, evidentemente, habría que terminar con eso.
Pero el hombre es hombre (me refiero al ser humano en general) y nada se soluciona tan fácilmente. Además, nos empeñamos en decir que hombres y mujeres somos iguales, cuando está más que claro que no es así. Deberíamos ser iguales en derechos, pero habría que admitir que somos diferentes: ni mejores, ni peores. Sólo distintos.

Deberíamos permitir la posibilidad de sentir, de actuar y de pensar como nos diera la gana, independientemente de nuestro género y respetando al otro. Si un hombre necesita llorar, que llore y no se sienta menos hombre por ello. Si a una mujer no le gustan las películas románticas, no quiere tener hijos o su sueño es alistarse en las Fuerzas Armadas, ¿qué más da? Si tenemos la capacidad de hacer las cosas, hagámoslas, sin tener en cuenta si el rol debería ser el de un hombre o una mujer.

Me he desviado del tema porque, la verdad, me parece todo completamente absurdo. Es absurdo abusar de una persona por ser mujer u hombre, absurdo enorgullecerse de no haber fregado un plato en la vida, absurdo creernos con el derecho de tener sexo con nuestra pareja incluso si ella no quiere, absurdo tener que celebrar un día como éste porque no tenemos huevos de dialogar y corremos a lo más sencillo: el guantazo, la puñalada, el golpe.

Es absurdo que haya mujeres que se aprovechen de las leyes y denuncien a sus parejas o ex-parejas cuando no han hecho nada, para conseguir dinero, la custodia de los hijos o, simplemente, para darle por c**o.

Pero lo más absurdo de todo es aguantar. Aguantar palizas, vejaciones, insultos, cómo te humilla delante de tus amigos o de tu familia, cómo te menosprecia, cómo te infravalora, cómo te hace saber que nadie te va a querer más, porque en realidad eres un pedazo de mierda. Qué absurdo es aguantar y qué fácil resulta.

Qué absurdo es no poder romper la dependencia, cuando te va a costar la vida, y tú lo sabes...

Os deseo que nunca os maltraten de ninguna de las maneras, seáis hombres o mujeres. Y, por supuesto, que vosotros tampoco lo hagáis. Tenemos una vida. No merece la pena malgastarla sufriendo y haciendo sufrir a los demás...