Otra de toros...

Odio (y cuando digo "odio" es un bichito que me recorre el estómago hasta el corazón) ver las noticias en general. Me ponen mala: nada más que catástrofes, desgracias, muerte, asesinatos o cotilleos. No hay noticias buenas, ni buenas noticias. Pero de la bazofia que sale por la TV prefiero hablar otro día. Es temprano y, cuando he llegado a desayunar, la caja tonta estaba encendida.

Y, ¡oh, sorpresa! Una interesante sobre la supresión de las (vergonzosas) corridas de toros en el Ayunamiento de Pinto (Madrid). ¿El motivo? Problemas económicos.

Yo me alegro mucho, como era de esperar. Preferiría que la gente utilizara la cabeza, en vez del instinto animal asesino que le aflora a algunos energúmenos, y se suprimieran las corridas de toros porque son una aberración, pero lo importante en este caso es que varios animales se han salvado de ser masacrados.

Eso sí, a mucha gente no le ha sentado igual de bien que a mí: en la TV han salido los descendientes directos del eslabón perdido armando follón; era para verlo. Un señor decía que cómo es que había dinero para churros y paella, pero no para toros. La gente es tan bruta que prefiere ver la matanza de un animal inocente (o ya me diréis qué culpa tiene de que lo hayan llevado allí y lo jaleen) que comerse una paella o unos churros.

Lo peor es que no sólo eran los abuelos estos de toda la vida: había gente joven. Eso sigue haciéndome pensar que el ser humano (más concretamente el de género masculino) tiene que fogar su testosterona o algún instinto que pide sangre a gritos, por algún lado. Seguramente, si hubiera una guerra, ellos serían los primeros en ir a dejar salir su rabia y odio contenidos. Como no hay guerras, la sangre que necesitan la encuentras en las corridas de toros.

Es en estos momentos cuando más me avergüenza ser española. Evidentemente, en todos sitios cuecen habas, aunque creo que España es uno de los países "del primer mundo" que peor trato le da a los animales. Nada más que por eso, no deberíamos optar a las mierdas esas de "ciudad europea de la cultura", ni porquerías varias. Y encima, financiando las masacres a costa del dinero de los contribuyentes. ¡Más educación (y no solo en la escuela), más sanidad, mejores carreteras y menos toros!

Seguramente seguiremos siendo la misma panda de paletos trogloditas durante muchos años. De momento, les mando un e-mail al ayuntamiento de Pinto para darle las gracias por haber suprimido, aunque involuntariamente, las corridas de toros en sus fiestas.