Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

viernes, marzo 13, 2009

La caza en Australia

Poll Results | Herald Sun


Me llega el boletín de noticias de EVANA y me encuentro, entre otras maravillas, con ésta :

"Cada vez más familias de Victoria (Australia) se llevan a sus niños de cacería".

El artículo recoge que va en aumento el número de padres (de ambos sexos, no sólo hombres) que se llevan a sus niños a cazar con 3 ó 4 años y que muchos lo consideran como una actividad familiar tradicional.

Tanto una psicóloga infantil como el doctor Wirth (presidente de una asociación en defensa de los animales), recogen aspectos negativos de esta abominable acción, pero no me parece que sirva de mucho.

Además de que diversas webs sobre caza publiquen fotos (o animen a los lectores a ello) de niños en partidas de caza o junto a los "trofeos", la opinión pública no parece estar muy en contra del hecho de implicar a niños en un acto que conlleva armas, dolor y muerte de un animal sin una causa justificada, más que el cuestionable placer de perseguir a un animal para matarlo por entretenimiento.

En la web del periódico aparece una encuesta con la siguiente pregunta: "¿Debería animarse a los niños a cazar animales?"

Las dos opciones (Sí, refuerza el carácter; No, es demasiado horrible), estaban sorprendentemente desigualadas ayer cuando voté:

Sí 93% (50774 votos)
No 6% (3680 votos)
Me parece un "pedazo de pasada", así que quiero pensar que los australianos no son unos garrulos insensibles que no saben cómo educar a sus hijos, sino que hay personillas de dudoso honor que se dedican a votar que sí porque les conviene.

Creo que ya he comentado en alguna ocasión lo que me parece el tema de la caza: despreciable.

Entiendo que en determinadas ocasiones o sociedades es totalmente necesario y lo respeto, siempre y cuando exista eso, una necesidad de alimentarse y no haya más manera de conseguirlo. Pero, ¿realmente esta gente (los australianos, Garzón y Bermejo, algún alumno que otro) necesita cazar para comer?
No entiendo ese placer que les debe provocar, esa satisfacción de asesinar cruelmente a un ser vivo, de robarles lo más preciado que tienen porque es algo que suelen hacer los domingos, porque da clase o por diox sabe qué. No lo entiendo ni lo voy a entender nunca. Lo que sí sé es que cuando los niños crecen viendo algo así, cualquier tipo de maltrato animal les parece normal (ahorar cachorros o apedrear gatos y perros está a la orden del día). El respeto hacia los otros animales no se pierde: es que nunca ha existido.

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