Tú me das cremita, yo te doy cremita... (Supersculpt, de Paul Mitchell)

Voy a aprovechar que mi actual estado físico es penoso (tengo un catarro importante que me va a llevar al médico esta tarde, tú verás...; y me duele cuando me río de las agujetas que tengo), para retomar una de las categorías del blog: productos.

Ya os comenté la comprilla del ambientador del coche al que se le pueden ir poniendo las esencias que quieras. Hasta hoy, bien. Lo único malo es que se me olvida ponerlo :P

Antes de que penséis mal o cualquier cosa, os digo desde ya que yo no me llevo comisión por nada :P Pongo estos posts por si hay alguien por ahí que busque ciertas cosas con la condición de que no estén experimentadas en animales y no sabe qué comprar.

Así que ahora os cuento los potinguillos que uso y que, al menos aparentemente (desde luego, no se está al 100% seguro a menos que los hagas tú en casa) no están experimentados en animales.
Pongo fotos originales de los productos en vez de los míos porque no tengo ni idea de dónde he echado el lector de tarjetas y ahora mismo no puedo descargarme las fotos :-s

Para dejar los ricillos más o menos presentables, H. (que sí que tiene ricillos), me dejó para que probara un poco de Supersculpt de Paul Mitchell. Al principio no me convenció, pero como se me acabó el potingue que tenía anteriormente y no podía encontrar otro igual, lo he seguido usando, y usando y usando...hasta que se me terminó y tuve que ir a comprarme un bote para mí. Entonces fue cuando vi que no estaba testado en animales ^_^ ¡¡Yupiiiiiiiiii!!

Las frase del cofundador de Paul Mitchell Systems resume un poco la política de la empresa: "Las compañías pueden, y deberían cambiar el mundo para mejor".
Entre otras acciones, no experimentan con animales y colaboran con diversas organizaciones no gubernamentales en el campo de la reforestación, hospitales, infancia, la Cruz Roja Americana...

¿Dónde comprarlo? En peluquerías.
¿Precio? Creo que 19€, no recuerdo.