Y esto demuestra, una vez más, que muchos animales son más humanos que nosotros.

Aunque pase más tiempo de la cuenta conectada, se me escapan noticias y datos que pueden ser bastante interesantes.

Afortunadamente, esta noticia no la vi, y hoy me encuentro con un desenlace más dulce de lo que hubiera esperado en su momento.Tengo que decir que no estoy totalmente segura de que sea una buena idea realizarle la reconstrucción a esta pobre criatura (problemas de adaptación, infecciones, ...), pero me imagino que los veterinarios - y aquí intento pensar bien- han valorado la situación y no quieren simplemente colgarse una medalla. Con todo el tiempo que lleva la criatura en esas condiciones, igual no le resulta fácil tener una prótesis en esa parte del cuerpo.

En cualquier caso, no tengo palabras para expresar lo que hizo la perrita, ni para agradecer el gesto generoso de toda la gente que ha contribuido en la recaudación.

Aquí os dejo la noticia en español y la web (por cierto, que ya se podía haber informado mejor el redactor y darse cuenta de que en la web está claro que es una hembra, no un macho).

Ah, si queréis donar (por lo visto, hay bastantes gastos que subvencionar todavía), hay un enlace de PayPal en la página web: https://www.paypal.com/us/cgi-bin/webscr?cmd=_flow&SESSION=1XIPlDI3pZnXB0nOUB_-YxdZdQ_UigrNz7tN3pfM8qsGK_pivU0-5g1DwyK&dispatch=5885d80a13c0db1f8e263663d3faee8da6a0e86558d6153d7722c6eea13ecd7b



Desde aquí

Los testigos aseguran que Kabang salió de ninguna parte, como una bala y se abalanzó contra la motocicleta que iba a atropellar a sus dueñas, dos niñas de tres y nueve años que cruzaron la calle sin mirar. Él era el único que había intuido el accidente que se iba a producir. Cuentan que no dudó en embestir al vehículo. El choque fue brutal. El motorista, herido leve, salió despedido por encima del manillar, la moto frenó en seco y las niñas no sufrieron herida alguna. El perro se llevó la peor parte. Según los testigos, metió su cabeza entre los radios de la rueda delantera, con lo que la moto le arrancó la parte superior del hocico, que recuperará en las próximas semanas, diez meses después de convertirse en un héroe nacional.

Sucedió en diciembre del pasado año en las calles de un barrio de Zamboanga en Filipinas, cuando Dina, la dueña con la que el mestizo compartía cama y caricias, y su prima Princess volvieron a nacer y su perro estuvo a punto de morir. Los testimonios que publicó entonces la prensa filipina hablaron de que el can se tiró deliberadamente contra el vehículo antes de darse a la fuga entre alaridos. Todos lo dieron por muerto, pero a las dos semanas, reapareció en casa sin la parte superior del hocico. Lo común hubiera sido que hubiera fallecido, pero incomprensiblemente sigue vivo a día de hoy.

Solidarios

Entonces, la foto descarnada del perro sin morro dio la vuelta al mundo y miles de personas quisieron donar su dinero para pagar una operación a cambio de su gesto. Un año después, la asociación creada a tal fin ha recaudado más de 10.000 dólares que pagarán la intervención en un hospital veterinario de California (EE UU). La operación tratará de dotar de un nuevo hocico al animal y será la primera de este tipo que se hace en el mundo. Su viaje comenzó esta semana con una parada en Manila para aclimatarse ante la separación de Diana, su dueña.

Como toda historia de luz, esta también tiene sus sombras. Los Bunggal, dueños de Kabang, viven con 3,50 dólares al día y no podrán acompañar al perro hasta California puesto que no poseen pasaporte alguno que les permita salir del país. 

 

Web: http://www.careforkabang.com