Cerca de la casa de Ana Frank se encuentra Vliegende Schotel, un pequeño restaurante extraño con un cocinero extraño y una dueña un poco menos extraño.
Está en el barrio Jordaan, que es precioso y muy tranquilo.
Había clientes, aunque no muchos, y la decoración del comedor que da a la cocina es un poco ecléctica, rozando lo cutre. De hecho, las mesas y las sillas de colores parecían haber sido sacadas de una escuela antigua. Un poco raro, no sé.
La comida estaba bien, de precio aceptable y bastante cantidad.
Un sitio curioso para visitar y pasear por una zona poco transitada por turistas (al menos a esa hora de la tarde/noche).
Eso sí, me quedo con el hilo musical que me descubrió un par de canciones interesantes: Foundations, de Kate Nash y una canción preciosa de una holandesa llamada Ilse De Lange.
Os la presto un rato :)
Besos
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