Y cuando todo parecía imposible, ocurren pequeños "milagros": la persona más reacia del mundo a probar cualquier cosa que cocino -que no fuera el típico bizcocho de chocolate- se ha decidido hoy a probar algo vegetariano: una lasaña. Con cara de estar poco convencida de lo que iba a hacer y después de insistir un par de veces ("Si no te gusta, lo escupes, que yo no me ofendo"), lo probó...y no sólo lo probó, ¡¡¡sino que se sirvió un trozo!!! :-o (Y se lo comió).
A vosotr@s os parecerá una soberana tontería, pero para mí ha sido un logro (aunque luego se haya comido un bocata de jamón). Como premio, caerá un bizcocho de chocolate :P Refuerzo positivo lo llaman ;)
Besos
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